A diferencia de otras ciudades como pueden ser Toledo, San Sebastián o Granada, las cuales cuentan con panorámicas que se encuentran en la memoria de los miles de forasteros que las han visitado, Córdoba no ha contado con una vista completa de uno de los mayores cascos históricos de España. Las imágenes de la ciudad que muestran Córdoba en perspectiva se concentran principalmente en la imagen de la Mezquita Catedral tomada desde el entorno de la Puerta de la Calahorra. La Mezquita es la protagonista central de la foto.
Sin embargo y dada la histórica vivencia de la ciudad de Córdoba de espaldas al río, no se ha potenciado nunca la imagen de la ciudad observada desde la orilla sur, especialmente desde el pago de los Arenales, actual Balcón del Guadalquivir y donde se asienta El Mirador del Río. Aunque se hicieron grabados desde la parte sur de la ciudad en los siglos XV, XVI, XVII y XVIII, en línea con el estilo de la época, no quedó en el inconsciente colectivo de la ciudad esa fotografía tan imponente.
A partir de la colina sobre la que se asentó primitivamente la ciudad romana de Corduba, Córdoba fue desarrollándose con el paso de los siglos, aterrazada aprovechando el relieve del terreno. El resultado ha sido un casco histórico que aparece nítido a los ojos de cualquier observador.
Dada la espectacularidad de la imagen de la que nos enamoramos cuando conocimos el emplazamiento, los responsables de El Mirador quisimos encargar la realización de un cuadro que permitiera realzar la imagen espectacular que se contempla desde nuestra terraza. Tal y como hicieron otros en siglos anteriores, hemos querido que un artista de nuestra tierra como Álvaro Carnicero, pusieran en valor su talento dibujando, la que humildemente para nosotros creemos representa la mejor vista de Córdoba.